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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Rojo Sangre



-Qué linda que es esa bici! cómo me gustaría tener una bici roja! eso pensaba mientras la miraba ensimismada. Le encantaba el color rojo. Sobre todo el de esa bicicleta. Era rojo sangre profundo. Pero ella sabía que nunca le iban a comprar una. Además no sabía andar sin rueditas y a la de su amiga, que a veces se la prestaba, le habían sacado las rueditas de apoyo. Tenía suerte su amiga que el padre le enseñara a andar…

- Querés que te enseñe?
- No… no sé andar…
- Por eso, yo te sostengo de atrás, vos tené firme el manubrio y siempre mirá para adelante, tratando de mantener el equilibrio

Probó varias veces, dos o tres pedaleos y se caía… no podía mantener el equilibrio. Pero lo seguiría intentando. Ella quería aprender. Si aprendía, a lo mejor le compraban una bici roja.
Su amiga ya andaba sola, y eso que en la calle de tierra es más difícil. El asfalto llegaba justo hasta donde terminaba su casa y esa lomita de bajar de la tierra al asfalto hacía saltar. Pero su amiga vivía sobre la tierra dos casas más allá. Y ella quería que su mamá la viera andar en bici, así podía pedirle que el comprara una.

- Me la prestás? así pruebo a ver si puedo sola?

Lo intentó una vez más. Sí parece que ahora sí. Después de dos o tres paradas, ya había aprendido. Iría hasta su casa a ver si la veía su mamá. Iba concentrada manteniendo el equilibrio, por eso no tuvo en cuenta la lomita, y en dos segundos estuvo en el suelo, sobre el asfalto, en la puerta de su casa, con la bicicleta encima de su pierna izquierda.

Qué mala suerte! pensó. Había sangre. Se había lastimado bastante la rodilla. Cuando se incorporó y se miró, más dolida en su orgullo que por su pierna, ésta chorreaba sangre. Tenía que limpiarse. Entonces fue hasta la canilla del patio de la entrada de su casa y se mojó para sacarse la sangre y la mugre. Ahí fue cuando vio que se había rebanado como un centímetro de diámetro de carne.

Resignada por completo, se olvidó de la bici nueva. Ahora pensaba en lo que diría su mamá.
Volvió sobre sus pasos hacia la calle.
- A ver si encuentro el pedacito… aunque sea…

martes, 21 de octubre de 2008

Perdóname el dolor

El gran Pedro Salinas me dio su pié:


"Perdóname por ir así,
buscándote tan torpemente, dentro de ti.
Perdóname el dolor alguna vez.
Es que quiero sacar de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo."

Y no pude evitar pensar en vos:


Ese que está allí, silencioso,
oculto en ti, preso de ti,
intentando decir lo que tú no sabes.
El que quiere romper las frases
que atan sus alas,
para que tú lo oigas y yo lo sienta.
El que inventó el silencio lleno de aromas
y llegó a mí, me rozó y descubrió tu existencia.
Perdóname el dolor alguna vez.
Quiero rescatar de ti tu mejor tú.
Y subirlo desde tu fondo a la cima de mi montaña
donde su calor derrita la nieve del ocaso
y su luz diáfana llene todos mis espacios,
vacíos y prohibidos.
Creando y recreando ese universo paralelo
maravilloso, que nos habita,
nos posee, nos tortura y nos duele.
Estoy sacando de ti tu mejor tú.
Perdóname el dolor.
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viernes, 17 de octubre de 2008

Corazón


Estaba arreglándose el pelo frente al espejo del baño.
Una radio sonaba en la habitación de al lado.
"Yo no sé lo que me pasa cuando estoy con vos, me hipnotiza tu sonrisa, me desarma tu mirada, y de mí no queda nada, me derrito como un hielo al sol…"
De pronto los recuerdos inundaron su mente y sus ojos. Esa vieja estrofa escuchada en el contestador telefónico de su departamento de soltera, cuando llegaba de un día de trabajo agotador, le renovaba la alegría de vivir. Sin querer hacía una retrospectiva de cuánto había pasado en tanto tiempo. De cómo había cambiado su vida ese que se comportaba como adolescente para conquistarla.
"Yo no soy tu prisionero y no tengo alma de robot, pero hay algo en tu carita que me gusta, que me gusta y se llevó mi corazón, se llevó mi corazón, se llevó mi corazón, se llevó mi corazón."
La música se detuvo, al igual que ella frente al espejo. Fue entonces cuando lo comprendió. Entonces tomó la hojita de afeitar que aún conservaba de su marido y empezó a destruir la prueba del delito. Comenzó a tajear su rostro, centímetro por centímetro. Nadie más moriría por su culpa. Nadie más.
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domingo, 12 de octubre de 2008

Yo Confieso


"Yo confieso ante Dios todopoderoso, y ante vosotros hermanos,
que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión."

Cuántas veces he repetido de memoria esta oración!
Y cuántas me he arrepentido de mis pecados, de corazón.

Todos los pecados he cometido, todos los pecados sin excepción.
Cuántas veces Señor te he herido! tantas como me diste tu perdón.

Y sin embargo padezco de olvido, y tu grandeza ofusca mi razón.
Me das mucho más de lo que pido, y así te pago, con la traición.

Yo no merezco de ti ni un suspiro que pueda aliviarme el corazón,
sé que es muy bajo donde he caído y aún así vuelvo a pedirte perdón.

Y Tú dirás: Por qué así vivo? y te diré: No tengo una explicación!
Te amo Señor, mas no he podido poner mi vida a tu disposición.

Y aquí estoy con mi libre albedrío, partiendo más y más tu corazón.
Apiádate de mí, Señor mío y Dios mío, no me niegues tu mano y tu perdón.

Que sin la prueba de tu amor, yo no vivo,
y sin la guía de tus manos, yo… qué soy?

-1995-
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martes, 7 de octubre de 2008

Desconcierto

Que le pasa hoy a mi vieja? anduvo todo el día nerviosa, me tuvo de acá para allá y hasta cuando me acariciaba parecía distraída y casi ni me habló.
Después salimos con papá en el auto. Cosa rara también, casi nunca salimos después de cenar.
Y ahora está acostada pero no duerme. Me pone nervioso. Encima que casi no puedo moverme con esta cosa en el cuello! Ahh, si tan solo pudiera estirar las piernas…
Eh , mami, qué te pasa, por qué llorás? no tiembles que me da miedo… má… no me escuchás? ah, ves? así está mejor, más tranquila? vamos a dormir otra vez?

Uy, qué pasa? se fue el agua? sonamos! ahora sí que no me puedo mover! qué es esa luz? Uh, qué luz! Oigo voces, qué clarito se escucha ahora! eh, ché, qué pasa? má… quién me empuja? pero ché, dejen de empujar… qué pasa? uy que frío que entra por esa luz… eh, que ésta es mi cabeza… agh… gracias por sacarme esa cosa del cuello, guarda que llega hasta mi ombligo eh? que fresco que está!
- Subite arriba... ya falta poco mami eh?
Eh, cómo empujan! qué pasa? eh, eh, pará, pará, a dónde me llevan? ah… mis piernas, las puedo estirar un poco.. ché... qué hacen? ma, mami, ma, me están llevando… maaaaa…..
- Uy que lindo es! Hola Ramiro!
- Está bien?
- Sí mami, está bien y es muy lindo… ahora te lo muestro
Mami? dónde estás? ahora te escucho clarito, dónde estás?
- Cortá acá
- Buáaa, buáaa, buáaa…
- Eso es campeón, muy bien! qué pulmones!
- Hola mi amor, bonito… hola mi vida...
(mami! mamita!)
- Buáaa, buáaa, buáaa…

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jueves, 2 de octubre de 2008

Mirada

Mirame, por favor. Dejame mirarte a los ojos. Ahora. Así.
Quiero que veas como lo profundo de tu amor me llena de placer
antes de quitarme la razón.
No, no me digas nada… dejame sentirte así, latiendo dentro de mí,
acariciándome las entrañas con tu forma tan suave y a la vez tan firme.

Ves? ya viene, ya el fuego da paso a la locura, ya no responderé por mí,
pronto ya no podré mirarte… ya no me pertenezco…
el rayo empieza a recorrer mi columna y cada poro de mi piel,
sin que pueda controlarlo, tensando mis músculos para retenerte,
hasta que estalla en mi boca en un callado grito ancestral,
con la fuerza que me eleva desde este infierno
hasta el mismísimo cielo del placer.

Cuánto dura este instante? 30 segundos, 40, 60?
Y luego las lágrimas y las risas y el abrazo cálido que nos hace dormir,
felices de habernos encontrado una vez más
en el profundo infinito de la mirada.
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