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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

sábado, 28 de marzo de 2009

Nocturno

Se vistieron con la vergüenza de Adán y Eva después de probar la manzana. Ignorantes del mandato original, nunca supieron que habían conocido sus paraísos particulares, y partieron, cada uno por su lado, con la creencia de merecer el infierno.
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sábado, 21 de marzo de 2009

Fábula



El lobo no cesaba de adular al cuervo, para que éste soltara lo que traía en su pico.
El cuervo pensaba en lo bien que había hecho en hacerle caso a la zorra, que lo hizo bajarse de la higuera y procurarse alimento. Solo esperaba que aquel lobo se diera cuenta de que él había leído todas las fábulas de Esopo y se alejara de una vez.

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domingo, 15 de marzo de 2009

Llegada

Tenía que lograrlo. Llevaba tiempo intentándolo infructuosamente.
Había tenido varias caídas, pero cada vez, haciendo el orgullo a un lado, se había levantado.
Estaba cansado. Le dolían las piernas, los brazos y el alma, pero no podía claudicar. No ahora. Había tenido tantos logros en los últimos tres años...!
Había abandonado el chupete y los pañales. Comenzó jardín de infantes. Aprendió a silbar, a patear bien la pelota y a nadar. Hasta aprendió a escribir su nombre! Tenía que lograrlo.
Mientras pensaba en todo esto, escuchó a los amigos aplaudiendo en la línea de llegada... se olvidó que lo estaban sosteniendo por detrás y, finalmente, él solo logró manejar su bici sin ruedas de apoyo. Otra victoria más para anotar en su cuaderno azul.
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sábado, 7 de marzo de 2009

Abrazo

Ayer te vi.
Mis dedos se demoraban
en la liquidez de tu imagen
cuando tu voz me arrancó
de las garras del olvido
y me llevó a cada uno
de los rincones de mi sueño,
donde tus ramas fornidas
me abrazan fuertemente
a tu tronco
hasta que mi alma
traspasa tu corteza
y se funde
en la dulce savia de tu boca
que me recorre y me llena
y nos eleva así,
unidos en esta espiral
infinita de placer
que gira sin cesar,
hasta que tú y yo,
uno en nosotros,
el cuerpo tenso,
las manos entrelazadas
y anhelantes,
tocamos,
final y gozosamente,
el borde luminoso
de los cielos.
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