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Explicación Cortita

Lo característico de la minificción o microrrelato, es su capacidad para disparar sugerencias múltiples en la mente del lector. Para ello se vale de la ambigüedad y de modos oblicuos de expresión, como la ironía, que apuntan a que lo que parece ser no sea, o no se sepa con seguridad si es o no es. De ahí que la paradoja y la parodia sean tan frecuentes. También lo es el doble sentido, en cuyo caso se acerca peligrosamente al chiste. En este límite, el trabajo con las palabras es lo que determina la diferencia".

Raúl Brasca.

martes, 10 de septiembre de 2013

Julia y el visitador



Julia entró por la guardia del hospital, como tantas otras veces, sola y sonriendo, saludando a todos, como viejos conocidos que ya eran.
El personal se había acostumbrado a sus visitas semanales y la saludaban con un dejo de resignación. Ella rogaba que no le tocara otra vez la doctora Martínez.
Esa doctora no entendía nada y hablaba demasiado. ¿Qué va a saber ella de criar a cinco hijos sola, de tener que trabajar limpiando baños ajenos, de vivir en una casucha de cuatro por cuatro, de racionar la comida para que alcance para la noche? ¡Ella vive sola y se dedica a curar heridos y nada más y lo bien que deben pagarle por eso! Yo, si no fuera por el Héctor, quién sabe dónde estaría ahora… ¡debajo del puente estaría con mis chicos! Mirá si no me voy a poder aguantar un par de golpes los viernes -porque solo son los viernes, cuando se emborracha con los compañeros de la construcción- a cambio de una semana de vida normal, con los chicos comidos y vestidos y la casa caliente...
En todo esto pensaba Julia cuando vio el rostro de la Dra. Martínez sobre ella. No entendía que pasaba, ni cuándo la subieron a la camilla, ni por qué sangraba por la boca. Quería decirle que se había caído, pero no podía. Todos corrían, la inyectaron con algo pero alcanzó a ver a una policía al lado de la doctora, que le dijo al oído: - Ya se acabó, Julia. Quedate tranquila que todo va a salir bien.
Entonces se durmió, con un sueño muy profundo del que, aún, no quiere despertar.
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